sábado, 10 de diciembre de 2005

Por fin un post trascendente...

Algún día todos moriremos. Y si bien no a muchos les divierte la idea, por ahí no estaría mal por lo menos tener la posibilidad de elegir el momento. No estoy hablando de esas situaciones en las que uno piensa “Me quiero morirrr…”. No. Lo mío va más allá. Planificar. Elegir el momento. Aunque nunca sea un buen momento para morir, quizás sí lo sea pensar en función de la trascendencia.
Por ejemplo, no sería mala idea morir en mayo del 2006. Más precisamente unas décimas de segundo antes de que Pampita dé a luz. Cuando se producirá el inevitable hecho de que algún afortunadísimo alma reencarne en un lactante feliz, feliz, feliz.

3 comentarios:

sauria es una mutante! dijo...

No sabia que pampita estaba preñada!

Y te juro que no hablo desde la envidia, pero si querés chupar siliconas, mi tío luis tiene un lubricentro y la consigo con descuento, eh :P

saludos

Vera Finkelstein dijo...

Ay, Blogudo mío, qué sabia elección!...Ya que estoy en el tema, unos tips para su prolífica nutrición: la exacta posición de la boca del bebé en la mama: contra el paladar, la succión se realiza con movimiento lingual...Ah, y no exagere (por el entusiasmo, digo) en las primeras mamadas, puede irritar el pezón...
A mi amiga Sauria: Las mamas siliconadas pueden amamantar sin ningún inconveniente, querida.

Unknown dijo...

Si se irrita el pezón, no importa. De última, que tenga en cuenta mi futura madre que dí mi vida sólo para chuparle las tetas.