miércoles, 30 de marzo de 2005

La forma de los soretes

Siempre que puede, mi esencia de publicitario me traiciona y me lleva a volcar "insights" (una especie de verdad común que comparte un determinado grupo de personas): en este caso, el hecho de que NADIE me puede negar que, después de cagar, nos quedamos contemplando (y si elegí el verbo "contemplar" es porque creo que la acción es precisamente esa, antes que "mirar" o "admirar") la caca que acabamos de hacer en el inodoro.
Es que los soretes son como las nubes: siempre tienen una forma diferente. NUNCA son iguales (como el visualizador de los programas de Mp3 que hace esas formas locas, la diferencia es que eso no tiene forma de nada). Pero hay algo que los pone en clara ventaja frente a las nubes: además de tener forma, está la textura e, incluso, consistencia (aunque no los toquemos, claro está). Ni que hablar de los "toppings" (en los helados, esa fina lluvia de maní, almendras, chocolate o salsa que te agregan en las heladerías más "pro"). ¿El color? Ahhh, ese es otro tema, que también merece una reflexión, pero que dejaré para otro post.
Sí, observar los soretes es una disciplina fascinante e hipnotizante. Y qué suerte que es desagradable mirar los de los demás, sino nadie trabajaría o haría otra cosa más que pasarse mirando cacas aquí y allá.Pero la pregunta (las preguntas, en realidad) del millón es/son: ¿Qué esperamos ver cuando miramos nuestros soretes? (acá les dejo la posta para que posteen -"posta" y "posteen" ¿tendrán algo que ver?- respondiendo lo que cada uno espera de su mierda).
Más allá de eso, lo que realmente no entiendo es por qué los yanquis, habiendo investigado tantas pero tantas boludeces nunca hayan hecho un estudio sobre qué es lo que determina la forma de un sorete. ¿Por qué a veces sale uno largo y varios muy cortitos? (no obligatoriamente en ese orden, y estoy seguro que no se debe a lo que comimos, ya que si no, no habría diferencias de longitud y/o grosor -otro tema que da para mucho...-), o ¿Por qué a veces sale un poco más blando, duro, blando...? ¿Es que nuestro intestino está tan enquilombado? ¿Por qué a veces salen derechos, y a veces combados? (incluso se han reportado casos de soretes tan soretes que salen directamente enrulados). La verdad es que este tema me supera. A tal punto, que a veces fantaseo con empezar la carrera de medicina sólo para llegar al punto de que se estudie el aparato digestivo y, una vez que me hube hecho (qué linda conjugación verbal, no me lo nieguen...) del conocimiento necesario para desentrañar el misterio, abandonar la universidad. No sé, ojalá que alguien pueda clarificar un poco este tema que no me deja dormir tranquilo: no tengo tanta paciencia como para esperar a que Fox haga una sitcom sobre el tema.

Bibliografía recomendada: http://www.ratemypoo.com/bestof.html
(Gracias Matías "Rulo")

martes, 29 de marzo de 2005

Editorial

1, 2, 3, probando. Tssssip. Tsssip. Bienvenidos a "Qué blogudo": Una voz para los que no tienen voz (como La Pantera Rosa, por ejemplo). Un punto de encuentro donde todas las voces se alcen en un solo grito: ¡Qué blogudo!

P.D.: Así como dediqué mi novela a Mariela por haberme insistido para que la termine, dedico este blog a ]v[arucuturu, quien me introdujo en este adictivo mundo virtual a través de su maravilloso amorfoblog.blogspot.com