A pedido de muchos lectores, vuelve la Licenciada Conchita Y. Tupolla a "Qué Blogudo!!!" En este caso, con el guión del piloto de su programa televisivo de sexo (no confundir con su columna de cocina afrodisíaca llamada "Con sabor a Conchita"), que servirá como excusa y puntapié inicial para que ustedes me envíen sus consultas sexuales escribiendo un mail a queblogudo@hotmail.com las que serán reenviadas a la Lic. Tupolla quien las responderá a la brevedad posible en este espacio.
(Aplausos)
Conchita: Buena noche a todo. Mi nombre é Conchita Tupolla, y les doy la bienvenida a “Recóncholis!”: un espacio donde evacuaremo toda la duda que tengan la muhere, y a todo lo hombre que no la tengan duda.
Pero dejémono de formalidade y vaiamo directo al bulto, que eso es lo único que importa. Me dicen que hay una televidente al aire, que no e lo mismo que decir “hay una televidente al pedo”… ¿Alo? ¿Quién está del otro lado de la línea?
Mujer: Hola, Conchita. Mi nombre es Clara y quería consultarte porque hace 10 meses que mi marido no me toca, ya que nuestros horarios no coinciden. Sucede que él es profesor en una escuela secundaria nocturna, y como si eso fuera poco, sospecho que está saliendo con alumnas. ¿Es normal? ¿Qué debo hacer?
Conchita: Vamo por parte, Clara… lo que te puedo decir es que aunque tu marido trabahe en una secundaria nocturna, con ese dato solo no alcanza para saber si es normal. Puede que sea Bachiller, o Comercial.
Sobre tus sospechas si él tiene algun tipo de amorío con sus alumnas, consuélate agradeciendo que no da clases en un industrial. No sólo que son todos hombres, sino que además se la pasan manipulando herramientas como soldadores y morsas… imaginate si de repente te enteras que encuentra placer jugueteando con un soldador… O peor aún… imagina el peligro de que pusiera su sexo en una morsa… ¡Eso sería zoofilia!
Lo que io recomiendo es que trates de motivar a tu pareha usando atuendos provocadores que despierten en él un deseo irrefrenable de poseerte. Por ejemplo te puedes vestir de lata de cerveza. Pruébalo y después me cuentas, eh? ¡Que tengas mucha suerte! La vas a necesitar…
¿Tenemo otro iamado en el piso? Pués levántenlo, que se va a ensuciar…
Mujer: Hola, Conchita… mi nombre es Mariana, y el otro día conversando con unas amigas surgió el tema del punto G. Lo que te quería preguntar es si realmente existe, o si es un mito…
Conchita: Bueno, Mariana: tengo dos buenas noticias para tí: la primera es que para no gastar las baterías de tu vibrador tú puede reemplazarlo por andar en bicicleta por una calle empedrada; y la segunda es que el “Punto G” existe.
Ante que nada, tiene que sabé que el “punto G” no e un archivo de computadora, sino un centro de placer que toda muher tiene. Sí, un centro de placer. Como un chópping. Lo que sucede es que no toda tenemo el “punto G” en el mismo lugar. Alguna lo tienen en Plaza Once, otra en San Isidro...
Para descubrir dónde está tu “punto G”, lo que tiene que hacé é pedirle a tu pareha que te vaia acariciando con una pluma -o con un matambre de pollo, lo que a ti más te guste-, parte por parte, suavemente, en la axila… en los pies, en definitiva, en cualquier lugar donde te toquen y tú diga: “Je-je-jejee…”.
Ahora, si te hacen cosquilla y tu en vez de “jejeje” dice “jojojo”, tengo mala noticias para ti, porque entonces eres Papá Noel.
En ese caso no te preocupe, porque lo hombre también tienen un punto G, y se encuentra aproximadamente a 5 cm. del pene: es lo que comúnmente se conoce como “control remoto de la tele”.
Bueno, querida… lamentablemente me encantaría seguir hablando contigo, pero acá me indican que ya se nos ha terminado el turno.
Será entonces hasta la próxima edición de “Recóncholis!”, donde siempre encontrarán una Conchita abierta para albergar sus consultas.
Escriban sus mails con sus consultas sexuales a queblogudo@hotmail.com que serán reenviadas a la Lic. Tupolla quien las responderá a la brevedad posible en este espacio.