Voy a tener suerte.
Hace rato que Google dejó de ser un simple buscador de páginas, y eso no es nuevo para nadie. Mail. Traductor. Mapa. Chat. Libros. Fotos. Browser. Hasta el servicio que aloja este mismo blog le pertenece. Dicen que está diseñando su propia computadora y hasta un reproductor de música. Y si Google está cada vez más presente en las computadoras y todos sabemos que ellas cada vez controlan más cosas, sólo es cuestión de tiempo que uno vaya tranquilo con el auto por la calle Doblas al 200, y de repente se haga mierda a todo lo que da. Entonces la compu del auto dirá “Quizás usted quiso “doblar a 200”.” . O también puede pasar que vayas al cajero a pedir el saldo de tu cuenta y encontrarte con que se abre la compuerta y la máquina te arroja un cacho de queso mientras en la pantalla se lee “Quizás usted quiso “pedir un sardo”.”. Y que ni se te ocurra antojarte de helado de pistacho. El tacho de pis helado no se hará esperar.
En las casas inteligentes habrá que tener cuidado a la hora del desayuno, ya que cuando uno pida café correrá el riesgo de aparecer pelado como una rodilla, mientras la computadora central dirá “Quizás usted quiso decir “hay café… itarse”."
Por eso no será extraño que en las estaciones de subte las máquinas expendedoras de gaseosas, en un día de 40 grados a la sombra, nos den un rollo de 74 mts. mientras en la pantallita roja se lea: “Quizás usted quiso decir “Caca en la cola”.”.
Podrían hacer cosas mejores, sí, como evitar que marquemos un número de teléfono equivocado, pero no. En cambio Google eligió hacernos sentir unos boludos de aquellos. “Quizás usted quiso decir “blogudo”.”