Pablo J. de Castelar nos pregunta:
Si bien es conocido por todos que una caja de altavoz de madera brinda una acústica superior a la de una de plástico, me gustaría saber cómo lograr una mejor propagación del sonido en auriculares. Gracias.
Excelente pregunta, Pablo. Ya que por alguna razón que desconocemos los fabricantes de auriculares se empecinan en hacerlos de plástico, hay un aliado fundamental del que podemos sacar provecho a la hora de mejorar la performance de los mismos: la cera de los oídos.
Dado que el sonido se propaga a mayor velocidad en líquidos y sólidos que en gases, la cera (o cerumen) es un conductor de sonido mucho más eficiente que el aire. Por ello, contar con una abundante reserva de cerumen es una excelente medida para mejorar la acústica de los auriculares o audífonos. Incluso hay quienes aconsejan provocarse una generosa otitis y su consiguiente tapón de cera: una medida que, aunque un tanto drástica para el audiófilo neófito, el melómano experimentado agradecerá.
Por otra parte, los pelos de la oreja (o vello orejal) también pueden ayudarnos en la tarea de mejorar la experiencia musical, ya que producen una especie de red que ayudará a brindar un mejor “grip” del auricular, cuya forma estándar generalmente encuentra dificultad para adaptarse a las diferentes formas que cada persona posee en su canal auditivo.
En resumen, para una auténtica experiencia “acústica súper sunsurround”, un nido de cera y pelos se convertirá en el mejor aliado del melómano errante. Algo que quizás sea condenado por el murmullo de la chusma, pero al que nosotros haremos oídos sordos. O más bien oídos tapados de cera, pelo y la mejor música para tu piel de verano, muchacho!