miércoles, 26 de diciembre de 2007

Desenmascarando mitos de la litera-turra:
Hoy, Drácula.

El mito:
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas de Drácula, mucha gente piensa que éste fue un personaje literario creado por Bram Stoker basado en una figura histórica: Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, quien vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia. Considerado un héroe en su tierra por la resistencia feroz que opuso al avance de los otomanos, fue extremadamente cruel con sus enemigos, a los que condenaba a la pena capital de empalamiento. Cuenta la historia, y de hecho hay grabados que lo avalan, que Vlad Tepes juntaba en un cuenco sangre de sus victimas, y mojaba en ella el pan mientras comía.
El término Drácula deriva del rumano dráculea, que significa ‘hijo de Drácul’, nombre con el que se conocía a su padre, quien integraba la Orden del Dragón. A su vez, el término rumano drácul significa ‘dragón’ (demonio).
Según cuenta la leyenda, a Drácula se lo puede mantener a raya con crucifijos, ristras de ajo, hostias y agua bendita, pero para que muera realmente se debe clavar una estaca en su corazón.

La verdad:
En realidad el nombre “Drácula” se debe a un error de transcripción, siendo la denominación correcta “Dragcula”: un personaje efectivamente basado en Vlad Tepes, príncipe de Valakia (“Tierra de los balas”, actualmente parte de Transilvania -“Tierra de los transexuales”-) quien, debido al tratamiento que prodigaba a sus enemigos, era conocido como “El empalador”.
El término Dragcula deriva del rumano draculea, que significa “Drag que empala” y a su vez de “Drag culón” nombre con el que se conocía a su padre.
También cabe destacar que comúnmente se asocia la figura de Dragcula con el vampirismo, debido a que éste se alimentaba de la sangre de sus víctimas, aunque -contrariamente a lo que usualmente se piensa-, Dragcula no obtenía la sangre del cuello de la víctima, sino de sus órganos genitales.
De todas formas, existe al respecto un pronunciado disenso entre los diferentes autores que han investigado los motivos que llevaban a Dragcula a sostener tal conducta:
Por un lado se encuentran los “anatomistas”, quienes creen que esto se debía al gran caudal de sangre que el órgano sexual masculino concentra, mientras que por otra parte están los “legalistas”, que afirman que esta estrategia sólo se debía a una argucia legal para obtener la sangre con el consentimiento de la víctima, al responder esta afirmativamente a la pregunta “¿Querés que te la chupe?”
Según se pudo saber, Dragcula efectivamente murió por obra de una estaca clavada, hecho que muchos escritores atribuyen a una relación sostenida con otro personaje literario, más precisamente Pinocho.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Espacio de publicidad

Mi compañero de trabajo Mariano Goscilo ha editado un libro. Y como me consta su gran talento, creo que comprarlo (al libro, no a Mariano -que creo sería igual de posible aunque más oneroso-) sería una gran idea; yo mismo lo he leído y por eso lo recomiendo (quizás esto no impresione a muchos, pero es lo que hay).




Lo pueden encontrar en:

Galerna
Caballito Shopping Center Rivadavia 5108 Local 207.
Gandhi Galerna Av Corrientes 1743.
Av Cabildo 1852.
http://www.galernalibros.com/

Yenny (Confirmar disponilibidad por teléfono).
Florida 340 (4325-6801/6).
Av. Santa Fe 1860 (4813-6052 / 4811-6104).
Alto Palermo Shopping Local 251, Av. Santa Fe 3253. ( 5777-8194 / 5777-8186).
http://www.yenny.com.ar/

Librería Santa Fe
Alto Palermo Shopping Local 78, Av. Santa Fe 3253.
Av. Santa Fe 2376.
Av. Santa Fe 2582.
Av. Callao 335.
http://www.lsf.com.ar

Lee Chi
Rodríguez Peña 1034.
Galería "Bond Street" Av. Santa Fe 1670 Local 42-43.
www.lee-chi.com

Librería Norte
Las Heras 2225.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Las diez postas absolutas que nadie se molestó en reconocer

En realidad, nueve. La décima la dejo en blanco para que la completes en un comment o mail.

1) La verdadera seguridad no la sentís cuando te halagan, sino cuando te atás bien fuerte los cordones de las zapatillas.

2) Nadie entiende la gran mayoría de las tiras de Liniers.

3) Los especiales de moda con mallas de la revista Viva te calientan un poquito.

4) Cuando prendés un cohete, fantaseás con la posibilidad de que te explote en la mano.

5) Cuando estás cerca del borde del andén del subte, fantaseás con tirarte a las vías.

6) El tamaño SÍ importa.

7) Los millonarios no tienen tristeza.

8) Aunque lo niegues, creés en Dios un poquito.

9) Egocentrismo es pensar que cuando cagás vos no huele TAN mal.

10) ...................................................................……………………………..

lunes, 17 de diciembre de 2007

Cada día postea mejor... (el blogger que sonríe)

El otro día fui a una sesión de espiritismo para comunicarme con mi abuela.

Su espíritu no sólo se presentó ("Soy el espíritu de Chona, mucho gusto" -dijo), sino que además me ordenó que fuera a buscar un disco de pasta (no, agnolottis*, no!) que estaba oculto entre sus pertenencias. Y grande fue mi sorpresa cuando encontré el tango** que ustedes podrán escuchar a continuación.
Todavía pasmado por el hallazgo, me dirigí a Madame Olga -que había presidido la sesión- y le pregunté: ¿Usted es medium?
Ella me respondió: "No, soy Extra Large".



*Chan!
**Chan... chan!

viernes, 14 de diciembre de 2007

Una batería de chistes*#.

Fui a ver Cars. Pero más que de Disney, parecía de la Warnes Bros.
Fui a la ventanilla a sacar la entrada. Había un cartel que decía “Una vez compradas, las entradas no tienen cambio”.
Cuando llegué, la capacidad del cine estaba cubierta.
A pesar de que las entradas eran numeradas, había un tipo sentado en mi butaca. Lo encaré y le dije “¿Se puede correr?”
La película arranca bien, pero en un momento llega a un punto muerto.
El problema es que no es ni súper ni común. Quizás le falte un poco de Honda.
De todas formas, aunque es un poco bobina, igual te deja carburando.
Yo no sabía, pero parece que el guión está basado en una novela de Truman Capot.
Me enteré de casualidad de que la estaban dando: una promotora me dio un volante.
Para mí los actores estaban bien, pero faltó alguno más de carrera. Como Harrison Ford. O Chevy Chase.
Lo mismo con la música. La tendría que haber hecho los Cadillacs, Airbag, o alguna banda de garage. O quizás un tema de marcha.
Cuando terminó, me fui a comer una picada. A “La Biela”. Estaba re-puesto.

Nota de color: en la versión argentina, el personaje de Harvey lo hace Eduardo Ferrari. ¡Patente!

*A propósito, se recomienda tener una batería a mano a la hora de leer este post, para hacer los redobles correspondientes.
#Escrito hace ya bastante tiempo en colaboración con Elnéstor que se acaba de comprar un “Ka 0 km.” (sospecho yo que lo hizo tan sólo para hacer el juego de palabras “Ka Cero”).

domingo, 9 de diciembre de 2007

Hasta las manos (Sueños de Libertad y Talcahuano)

Cuando la mano de Luis se duerme, sueña cosas muy raras.
Sueña que salta de un pecho de Pampita al otro. Como si fuera una especie de caminata lunar.
También sueña que vuela, como cualquier persona. Y le gusta.
Sueña que nada en el río, como una mano de Scioli.
Como una mezcla de Meolans y "Dedos" de los Locos Addams.
Y se despierta sobresaltada.
Porque se da cuenta de que toda su vida ha sido gay, al apretarse la mayor de las veces con manos de hombre.
La incertidumbre la invade. Se siente contrariada. Molesta. Con una sensación desagradable como en aquellas ocasiones donde se seca con la toalla con la otra mano sin mojar.
A pesar de eso, rescata el saber quién es. Quién ha sido. Quién será. Las líneas de la palma lo dicen. Y eso la hace volver a deprimirse porque se da cuenta de que ha frotado su futuro con otras manos que relatan otros tantos futuros no tan venturosos. Que su dueño la ha usado para masturbarse pensando en lo que él ha vivido, y frotándose con lo que ella dice que vivirá. Ese mismo futuro que mil veces se ha pasado por el orto, jabón mediante.
A pesar de todo esto, la mano de Luis, cuando se duerme, sueña con otra vida.
Sueña que es libre, que se fuga bien lejos, y que nadie la puede encontrar.
Sueña que se alía con la otra mano y juntas se escapan como Thelma y Louise.
Como si las manos de Perón se encontraran en un programa de protección de testigos, y vivieran una nueva vida, en otro país, bajo el nombre de “Las manos mágicas”.


Dedicado a J. Barassi, quien dio el kick-off de este post sin darse cuenta.