¿Machista yo? Sí.

Prólogo brevemente explicativo:
Este es un monólogo que escribí para "Macho se respeta": un programa de Sony que en algún momento y de alguna forma coqueteó conmigo, pero finalmente no consumó.

Está dedicado a Ramiro S.: un ex-mejor amigo que creía que su rutina machista recalcitrante le daba buenos resultados con las mujeres... hasta que encontró una para casarse y así dejar de frecuentar a sus amigos. Como nota de color, este amigo fue el mismo que alguna vez acuñó la célebre e irónicamente profética frase: "Las mujeres pasan, los amigos quedan." (Sí, era un tipo muy gracioso...)


Citas a ciegas.

Anoche tuve una cita a ciegas. Y como fue un desastre, me pasé casi toda la salida pensando por qué las citas a ciegas se llaman “a ciegas”... si lo primero que hacemos es mirarla para ver si está buena.

En el caso de la cita de anoche, estoy segurísimo de que era a ciegas. Porque no veía un solo motivo para seguir hablando con ella, no veía sentido en seguir gastando plata, y no veía la hora de volver a casa.

Ojalá las citas a ciegas fueran realmente a ciegas: ni bien la pasarías a buscar, le podrías tocar un pecho diciéndole: “Perdón, pensé que era el timbre de tu departamento. ¿Te molestaría mucho si nos conocemos haciéndonos un poco de braille?”

Para nosotros los hombres, más que “citas a ciegas” sería mucho mejor tener “citas a sordomudas”... así podríamos ir derecho a la cama sin necesidad de tener que hablarles ni escucharlas.

De todos modos, en las citas a ciegas nosotros nunca somos nosotros. Nos vestimos como nunca nos vestimos, la llevamos a restaurants a los que nunca vamos, y decimos cosas que no pensamos tan sólo para agradarles y terminar en la cama siendo los mismos y auténticos cerdos de siempre.

Si lo pensamos bien, nuestros intentos por seducir a las mujeres en las citas las desalientan porque les hace pensar: “A este tipo no le importa el fútbol, es caballero, tiene un buen trabajo, come educadamente, y no mira a las demás mujeres que pasan... No me conviene... ¡No tiene nada que pueda cambiarle!

Supongo que esas mentiras son consecuencia lógica del origen de las citas a ciegas: otras mentiras peores. “Te voy a presentar a una chica lindísima y muy inteligente... Tiene un aire a Angelina Jolie” Vamos... si realmente tuviera un aire a Angelina Jolie, en vez de salir con nosotros estaría teniendo una cita a ciegas con un tipo con un aire a millonario, con un aire a inteligente y con un aire a Brad Pitt yendo en un auto con un aire a un Jaguar.

Pero bueno, las citas a ciegas son un mal necesario, porque muchas veces son el camino que nos posibilita hacer el amor. Sí, el amor: el único sentimiento que, como todos saben, es ciego.